Caddy Adzuba, abogada y periodista, Premio Príncipe de Asturias a la Concordia 2014, pero sobre todo activista por los derechos de las mujeres que ha comprometido su vida a denunciar las atrocidades que la guerra en RD Congo y a dar voz a las mujeres de Kivu Sur y de RD Congo. Adzuba es la Presidenta de AFEM, la Asociación de Mujeres periodistas de RD Congo, una de las organizaciones que forman parte de la campaña Mujeres en Marcha.

¿Cuál es la situación que vive la República Democrática del Congo en la actualidad?
Actualmente hay una guerra que asola a RD Congo desde hace más de 20 años que provoca desplazamientos de la población a diario. Un conflicto armado en el que participan diversos grupos armados con intereses encontrados y que se ha cobrado ya más de 10 millones de vidas. Gran parte de la población se desplaza en el interior del país, pero también hay quien busca refugio en los países limítrofes. Además hay población congoleña intentando llegar hasta Europa, donde creen que recibirán protección y refugio.

¿Dónde se localizan los focos del conflicto que fuerzan la huída?
La mayor parte de la población desplazada es originaria del este del país, de las regiones de Kivu del Sur y Kivu del Norte, de la región de Ituri y de Kisangani. También hay gente abandonando su hogar en el oeste del país, donde no se vive necesariamente la violencia física de la guerra, pero en donde se vive el estrés de un país políticamente desestabilizado.

Mujeres en Marcha Kalehe

¿Tiene la guerra un efecto diferente en las mujeres?
En el caso de las mujeres, nuestra situación está claramente relacionada con la violencia basada en género, especialmente la violencia sexual que sufren las mujeres, como arma de guerra. Los grupos armados libran la guerra sobre el cuerpo de la mujer, ya que intentan convencer a la población de que se rinda y debilitar a las fuerzas comunitarias ya que muchas familias dependen de sus mujeres y ellas son el eje de nuestra comunidad. Por esa razón la guerra se libra sobre el cuerpo de la mujer. Pero estas mujeres, que todavía tienen fuerza para andar, que tienen fuerza para huir, se ven obligadas a abandonar su pueblo, abandonar su comunidad, y abandonar su país para escapar de estas atrocidades.
Pero también están las mujeres que se han constituido en defensoras de los derechos de otras mujeres. Ellas luchan y quieren que toda la humanidad entienda su historia. Hay un número muy elevado de mujeres que solicitan asilo, mujeres que se ven obligadas a abandonar su casa, su pueblo y que van acompañadas por sus hijas e hijos. Pero es importante recordar que las mujeres no migran, las mujeres son refugiadas.

¿Por qué es importante que el Nuevo Pacto Europeo sobre Migración y Asilo incorpore la perspectiva de género?
Me parece que el aspecto de género es el aspecto más importante de este proceso de emigración. Como sabemos, la mujer es vulnerable debido a su situación desde el momento en que decide abandonar su propio país. Y es necesario que el pacto europeo de migración y asilo incluya el aspecto de género en sus disposiciones. Las mujeres durante el tránsito sufren abuso sexual, son mujeres que pueden haber sido vendidas. Son mujeres que sufren traumas derivados del hecho de ser mujer.
¿Cómo debemos tratar a una mujer embarazada? ¿Cómo debemos tratar a una mujer que tiene que amamantar a su bebé? Una mujer que ha sufrido heridas producto de la tortura, que ha sufrido mutilación sexual, genital, o mujeres que han sido violadas a lo largo de su ruta migratoria, ¿cómo debemos tratarlas?
Cuando una mujer toma la decisión de abandonar su propio país es simplemente porque arrastra problemas muy graves con ella. Y muchas veces son problemas de violencia doméstica, por lo que no puede seguir viviendo con su propia familia. Nos encontramos con casos de mujeres que son obligadas a casarse y que por ello deben escapar de todo eso. Hay mujeres que han sufrido mutilación sexual. Pongo el ejemplo también de casos de mujeres, en mi propio país, cuyo cuerpo es utilizado como arma de guerra. Y estas mujeres llevan todos estos lastres durante todo el trayecto, y cuando llegan a países en los que piden asilo, donde piden protección, resulta que las leyes que no tienen en cuenta su historia, su vulnerabilidad. Es imprescindible solicitar a la Comunidad Europea que legalice herramientas normativas que puedan ayudar a que se respeten ciertos problemas, en especial, el aspecto del género. No tener en cuenta a la mujer dentro del contexto de su feminidad es un error.

 

* Firma por una migración más segura para las mujeres >