• Por: JRS WAF

El Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) trabaja junto a Alboan y Latter Day Saint Charities en los estados de Adamawa y Borno, para fortalecer las comunidades a través de talleres de crianza positiva. La finalidad de esta experiencia es aumentar el acceso a la salud mental y al apoyo psicosocial para fomentar la resiliencia y mejorar la situación socioeconómica de la comunidad, movilizando y fomentando sus capacidades.

El taller invita a las participantes a aprender y profundizar sobre los Derechos Humanos, la comprensión de la crianza positiva, la resolución de conflictos con niñas y niños, el control de la ira, el miedo, la ansiedad y las habilidades de comunicación. Kena, una maestra de 52 años que participó en el taller junto a más de 250 integrantes del comité de desarrollo de la comunidad, cuenta «ha cambiado por completo la dinámica en la relación con mis hijas e hijos y con mi alumnado. En lugar de centrarme en castigos y control he aprendido a escuchar sus necesidades y preocupaciones y a trabajar con ellos para encontrar soluciones. Esto ha supuesto una gran diferencia«.

Además, esta actividad está ayudando a identificar y reducir los casos de ansiedad y depresión en jóvenes. Sarah es líder comunitaria y cuenta con orgullo que el aprendizaje de herramientas de crianza positiva no solo está ayudando a las familias, sino que, gracias a trabajar en la creación de estos entornos enriquecedores para los niños y niñas, toda la comunidad se está fortaleciendo y nutriendo de estos valores.

Los padres también aprecian mucho esta oportunidad. Ahmed, un hombre de 54 años que se dedica a la pesca, reflexiona: “Antes de participar en el taller solía pensar que ser estricto con mis hijos era la única manera de hacer que se comportaran bien. Gracias al taller, he aprendido que establecer una conexión y una relación sólida es más eficaz para fomentar el buen comportamiento. No es siempre fácil, pero sin duda merece la pena».

Los talleres han tenido una gran acogida en un contexto en ocasiones hostil debido a la situación de inseguridad causada por los conflictos en el país. Al trabajar en la paz, la comunicación y el buen trato en las familias, se está generando una transformación hacia una comunidad más fuerte, unida y resiliente.