Uganda es el país africano que mayor número de personas refugiadas acoge y el tercero en el mundo. En este contexto, para los niños, niñas y jóvenes refugiados estudiar es un reto, en especial para las niñas, que a menudo están expuestas a la violencia y a los matrimonios precoces.

La educación es el arma más poderosa que tenemos para prosperar en el futuro, asegura Catherine Lokua desde Adjumani. Tiene 18 años y su sueño es ser ingeniera. “Antes me tenía que quedar en casa porque no podía pagar la escuela”, pero ahora, gracias a una beca, ha podido seguir estudiando y acercarse a ese futuro que desea. 

Catherine es una de las participantes del proyecto de JRS que apoyamos desde Entreculturas, y que tiene como objetivo facilitar el acceso a una educación secundaria de calidad tanto por parte de las personas refugiadas de Sudán del Sur como por parte de la comunidad de acogida. Un proyecto que ha becado a 35 estudiantes, entre los que se encuentra Catherine. “Me han ayudado a pagar mis estudios de secundaria y siguen escuchándome y ofreciéndome ayuda en estos momentos difíciles”, nos cuenta Catherine.

A través del proyecto ofrecemos apoyo a las alumnas y alumnos de las cinco escuelas de educación secundaria del distrito de Adjumani, que se encuentran alrededor de los asentamientos de personas refugiadas. “Le diría a las chicas jóvenes que se aferren a la educación”, afirma con rotundidad Catherine. “Es la única luz que tenemos en la vida”.

Educación en época de pandemia

Debido a la crisis sanitaria provocada por la COVID-19, las escuelas se han adaptado a las circunstancias poniendo en marcha un programa de educación a través de la radio para evitar que los alumnos y alumnas pierdan horas de clase.

En los últimos meses también hemos construido y rehabilitando la infraestructura de 21 escuelas de educación secundaria que habían estado cerradas por la pandemia, con el objetivo de preparar la reapertura de los centros y garantizar las medidas de seguridad e higiene. En paralelo, se han facilitado espacios para capacitar al personal educativo en la elaboración de protocolos y políticas para prevenir la propagación del virus.